12 lugares imprescindibles que ver de Budapest
Budapest es conocida como la perla del Danubio y su nombre se debe a que está formada por la unión de dos ciudades: Buda, a la derecha del Danubio, y Pest, a su izquierda.
Desde que visité hace un par de años esta ciudad, me quedé totalmente maravillada. De hecho, de las ciudades europeas en las que he estado hasta ahora, Budapest se ha convertido en mi favorita. Aquí os cuento los 12 lugares imprescindibles que ver en Budapest.
Conocida como la perla del Danubio, su nombre se debe a que está formada por la unión de dos ciudades: Buda (a la derecha del Danubio) y Pest (a la izquierda). Buda es la parte histórica, llena de edificios medievales y barrocos, mientras que Pest es la zona moderna, con oficinas, bancos y tiendas, además de ser el centro financiero.
De las dos, Buda es la zona más difícil de acceder ya que se encuentra en una especie de colina, pero se puede subir tanto a pie como en funicular. En esta zona se concentran algunos de los monumentos más importantes de la ciudad.
Esta ciudad está considerada como una de las ciudades con mejor calidad de vida de Europa Central y del Este. Aunque recuerdo que fue una de las ciudades en las que más gente sin casa vi por las calles, especialmente en una gran avenida por la que pasábamos para ir a nuestro apartamento.
Es sorprendente la cantidad de lugares históricos de la ciudad que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Es importante dedicarle como mínimo cuatro días a la visita de la ciudad ya que es bastante grande. No es como otras ciudades europeas en las que casi todos los atractivos se concentran en el casco histórico.
Nosotros le dedicamos cinco días, así que en este post os contaré todo lo que visité de esta increíble ciudad en estos días y especialmente aquellos lugares que no os podéis perder por nada del mundo.
Parlamento de Budapest
Este es el monumento por excelencia de la ciudad por lo tanto tenía que estar sí o sí entre los 12 lugares imprescindibles que ver en Budapest. Este edificio neo-gótico se construyó a finales del siglo XIX y por aquella época era el parlamento más grande del mundo. Se encuentra en la orilla del río Danubio que separa Buda y Pest.
Es increíble tanto desde su exterior como desde su interior. Aunque esto último lo sé por fotografías que he visto, ya que nosotros no accedimos a su interior y no pude disfrutarlo en primera persona.
Pero recomiendo a todo el mundo que visite la ciudad que pague la entrada de 10€ pues es alucinante y se pueden visitar salas como la Antigua Cámara Alta o su impresionante escalera principal. La entrada incluye una visita guiada que ayuda a comprender la historia del parlamento y sus secretos. En su página web encontraréis toda la información https://www.parlament.hu/en/web/visitors/purchasing-tickets
Si por lo contrario decidís no entrar y simplemente disfrutar de él desde el exterior como nosotros, entonces os recomiendo pasear por la orilla de Buda, en especial por la noche cuando se ilumina por completo y ofrece unas vistas alucinantes.
Otra opción es hacer un crucero fluvial por el Danubio y disfrutar de la ciudad desde sus aguas. Nosotros preferimos ahorrarnos el dinero del paseo y divisarlo desde otros lugares de la ciudad a pie.
Zapatos en el Danubio
Este monumento se encuentra también a la orilla del Danubio, de hecho está justo al lado del Parlamento, y conmemora la muerte de miles de judíos que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial en 1945, durante el Holocausto Judío.
Sus cuerpos fueron arrojados después a las orillas de este río y por esta razón ahora se conservan decenas de zapatos aquí. Se le conoce como Monumento a la Memoria de Budapest. La verdad es que al pasar por allí uno siente como un nudo en el estómago pensando en su significado.
Basílica de San Esteban
Otro de los 12 lugares imprescindibles que ver en Budapest es esta basílica. Es el templo religioso más grande de la ciudad y tiene nada más y nada menos que 96 metros de altura, de modo que desde su cúpula se tienen unas buenas vistas de toda la ciudad. Para subir hasta lo alto se puede ir a pie o bien en ascensor y hay que pagar unos 2€.
Este edificio es de estilo neoclásico y fue construida a mediados del siglo XIX. Se llama así ya que está dedicada a San Esteban, el que fue I Rey de Hungría desde los años 1000 hasta 1038. De hecho en su interior se encuentra “la mano de San Esteban”, que atrae a muchos húngaros devotos y turistas.
Cuando nosotros visitamos Budapest era Navidad, por lo tanto todos los rincones adquirieron un encanto especial con la decoración navideña que inundaba la ciudad. Esta basílica y la plaza en la que se encontraba situada era un claro ejemplo de ello, pues allí mismo había un mercado navideño con un montón de puestos de comida, suvenires, productos artesanales… Me recordó a mi viaje a Zagreb y su increíble mercado navideño.
Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Matías
Este es mi lugar favorito de la ciudad sin lugar a dudas y por lo tanto, uno de los 12 lugares imprescindibles que ver de Budapest. Se trata de una construcción llena de murallas que cuenta con siete torres en total. Estas torres rinden homenaje a las siete tribus que fundaron Hungría.
Se llama Bastión de los Pescadores porque antiguamente los pescadores de la ciudad tenían la misión de defender sus murallas desde aquí. Actualmente no tiene ninguna función, simplemente funciona como mirador de la ciudad pues permite ver el río Danubio desde las alturas y algunos de los atractivos más impresionantes de la ciudad como el Parlamento.
Al lado mismo del Bastión de los Pescadores se encuentra esta preciosa iglesia, también conocida como Iglesia de Nuestra Señora. Es considerada la iglesia católica más importante de la ciudad pues es donde se coronaron varios reyes húngaros.
Me encantó por sus azulejos de colores, y la verdad es que la estampa de esta iglesia junto con el Bastión de los Pescadores es mágica. Es el lugar que más me sorprendió de la ciudad.
Balnearios
Budapest es conocida como la capital mundial de los balnearios, y es que la ciudad se encuentra encima de una placa tectónica, provocando que en diferentes puntos de ella salga agua caliente con numerosas propiedades beneficiosas para la salud. Hay cinco balnearios en total en la ciudad, pero yo os hablaré de los dos que visité, que son probablemente los más importantes. Os recomiendo visitar al menos uno de ellos pues son algunos de los lugares imprescindibles que ver en Budapest.
Balneario Gellert
El Balneario Gellert fue construido en 1918 y se encuentra dentro del Hotel Gellert, que fue construido posteriormente a los baños.
Su piscina principal es una de las imágenes más famosas de la ciudad, de hecho ha salido en anuncios televisivos, revistas, etc. A mí me dejó impresionada con sus columnas y estatuas, sentía como si me estuviese bañando en una obra de arte.
Esta piscina del balneario es la única donde es obligatorio llevar gorro de baño. Aunque el resto de las piscinas no eran tan impresionantes como la principal, contaban con aguas más calientes, así que nos pasamos la mayor parte del tiempo en ellas.
Disponen también de sauna, una sala de masajes, etc. Para los masajes es necesario pagar aparte, pero a la sauna sí que se podía entrar perfectamente con la entrada al balneario.
En definitiva, recomiendo cien por cien la visita a este balneario ya que es una experiencia única y las instalaciones son alucinantes. El precio es algo elevado, hay que pagar entre 18€ y 20€, pero vale la pena.
Balneario Széchenyi
Este balneario construido en un edifico neobarroco de un siglo de antigüedad es uno de los mayores baños medicinales de Europa. La estética del edificio lo convierte en un lugar único con su fachada amarilla contrastando con el color azul de sus aguas.
Dispone de tres grandes piscinas en su exterior y otras quince en su interior, además de sauna y baños turcos. La verdad es que nosotros pasamos la mayor parte del tiempo en las piscinas del exterior. Una de las tres piscinas es exclusivamente para nadar, por lo que el uso del gorro de baño es obligatorio.
Es todo un gusto ir en pleno invierno cuando en el exterior hace un frío que pela pero luego te introduces en sus aguas a unos 30º grados de temperatura, el contraste es increíble. Estas altas temperaturas del agua provocan que sobresalga un vapor abundante, especialmente cuando anochece, que caracteriza a las fotografías de este lugar.
Es curioso ver en estas piscinas a jubilados húngaros jugando dentro de la piscina al ajedrez. En una de las piscinas hay también un jacuzzi perfecto para relajarse dándose un hidromasaje.
La entrada al balneario cuesta 17€ y no hay límite de tiempo, lo que permite disfrutar del sitio sin prisas. Para llegar a los Baños Szechenyi simplemente hay que coger el metro que te deja a pocos metros de la entrada, concretamente en la parada Szechenyi Fürdo.
Ojo. Muy cerca de estos baños está el parque Szechenyi, repleto de rincones con encanto y donde se puede visitar un castillo, es otra visita que recomiendo mucho hacer.
Puente de las Cadenas
Este puente es el más antiguo de la ciudad y también el más famoso. No es para menos pues, especialmente por la noche cuando se ilumina por completo, es precioso cruzarlo y ver también desde él el Parlamento iluminado.
Destacan las cuatros esculturas de piedra de unos leones guardianes que se encuentran en ambas entradas del puente, una en cada lado.
Este fue el primer puente que unió las ciudades de Buda y Pest antes de que ambas se integrasen en la actual ciudad de Budapest. Se construyó en el año 1849 tras dos décadas de construcciones pero fue destruido a finales de la Segunda Guerra Mundial por los nazis.
Posteriormente fue reconstruido y se inauguró de nuevo en 1949, justo 100 años después de su inicial construcción. Por eso el puente que podemos ver actualmente no es el original.
Hay muchos lugares desde donde es posible observar el puente, pero mi recomendación personal es dar un paseo nocturno por la orilla de Buda y sentarse en uno de los bordes del paseo para admirar tanto el puente iluminado como el Parlamento.
Castillo de Buda
También conocido como Palacio Real, pues aquí es donde vivían antiguamente los reyes de Hungría, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En su interior alberga la Biblioteca Nacional, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.
Este castillo de grandes dimensiones es visible desde casi todos los puntos de la ciudad ya que se encuentra a lo alto de la colina en Buda. Por lo tanto, desde aquí se obtiene también una panorámica perfecta de la ciudad.
Fue construido en el siglo XIV pero, como muchos otros edificios de la ciudad, durante la Segunda Guerra Mundial quedó prácticamente en ruinas y fue reconstruido posteriormente.
Se puede subir hasta él en funicular pero nosotros decidimos hacerlo andando para ir disfrutando del camino. Es cierto que se hizo un poco durillo, pero vale la pena por las vistas a la ciudad. Además, en los alrededores del castillo hay varias callejuelas con encanto y curiosas tiendas.
Mercado Central
Este mercado es el más grande y conocido de entre todos los mercados que tiene la ciudad. Se ubica en un enorme e increíble edificio que se divide en dos plantas. En la inferior se encuentran los puestos de comida, fruta, especies, etc. mientras que la superior está más dedicada a la venta de suvenires y donde también hay bares y restaurantes.
Es un buen lugar donde aprender sobre la cultura gastronómica del país ya que en su planta inferior se pueden probar muchas delicias locales. Lo que más me llamó la atención fue la cantidad de paprika seco que había en los diferentes puestos, y es que es uno de los productos típicos del país y es muy usado en su cocina. De hecho es muy común encontrarse suvenires en la que la protagonista es precisamente la paprika.
Puente de la Libertad
A solo unos pasos del Mercado Central, se encuentra otro de los puentes más importantes de la ciudad junto con el Puente de las Cadenas: el Puente de la Libertad. En mi opinión es el más bonito de la ciudad y por supuesto uno de los 12 lugares imprescindibles que ver de Budapest.
Tiene una longitud de más de 300 metros y por él circulan tanto automóviles como el tranvía que recorre la ciudad, así como los peatones a los laterales.
Se construyó a finales del siglo XVIII y llama la atención porque es de estilo modernista y está construido en metal. Está además coronado por un Turul, que representa un pájaro de la tradición húngara. Dicen que si pides un deseo mientras lo cruzas se cumple.
Sinagoga de Budapest
Este impresionante edificio de estilo morisco construido en ladrillo rojo y amarillo es la segunda sinagoga judía más grande del mundo.
Se encuentra en el barrio judío de la ciudad, y es que Hungría fue uno de los países que más sufrió las consecuencias de la II Guerra Mundial. Así, miles y miles de judíos se encontraban en este barrio, apartados del resto de la ciudadanía, en condiciones infrahumanas, pues apenas tenían acceso a la comida o la atención médica.
Para visitar su interior hay que pagar alrededor de 10€ y es posible contratar también una visita guiada disponible en diferentes idiomas. Nosotras visitamos la Sinagoga por libre, pero gracias a un folleto que nos dieron con la entrada pudimos saber algo sobre la triste historia que vivió la ciudad a raíz del Holocausto.
Lo vimos de primera mano al final de la visita cuando visitamos una especie de cementerio que se encontraba anexo a la sinagoga, lo que es bastante inusual. Fue construido para conmemorar la muerte de alrededor de 2.000 personas de este barrio que fallecieron a causo del frio y las deplorables condiciones en las que allí se encontraban. Al estar separados del resto de la civilización, decidieron construir ahí mismo el cementerio.
Finalmente, visitamos una especie de sauce conocido como el “árbol de la vida” para conmemorar las víctimas del Holocausto. En cada una de las hojas del árbol estaba escrito el nombre de una de las víctimas.
Av. Andrássy
Esta es una de las avenidas más famosas y concurridas de la ciudad donde se encuentran las tiendas de marcas de ropa lujosas como Armani o Dolce & Gabbana. Tiene nada menos que dos kilómetros y medio de largo y fue construida entre 1872 y 1885.
Aunque no pretendamos hacer turismo de compras en nuestra visita a la ciudad, es interesante caminar por esta calle ya que en ella se encuentran edificios muy bonitos en los que vivieron las familias más acomodadas de Budapest. También otros edificios de gran importancia para la ciudad como el increíble Palacio de la Ópera.
Lo más curioso, creo que nunca había paseando por una avenida que hubiese sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como es el caso de la de Andrássy.
Plaza de los Héroes
En el último lugar de esta lista de los 12 lugares imprescindibles que ver de Budapest no podía faltar esta emblemática plaza. Es conocida como Monumento del Milenio y de hecho este ha sido otro de los lugares de la ciudad declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue construida entre los años 1896 y 1926 y se encuentra al final de la avenida Andrássy.
Es un conjunto monumental que se llama de esta forma por las estatuas de los siete jefes de las tribus que se encuentran en la parte central y que fundaron Hungría (los mismos que mencioné cuando os hablé del Bastión de los Pescadores).
Justo detrás de esta plaza se encuentra el parque más visitado de la ciudad donde destaca principalmente el Castillo de Vajdahunyard.
Claudia Costas
¡Las partidas de ajedrez que los locales echan en las termas! Muy original.